La inflamación crónica, un padecimiento subyacente y silencioso, puede convertirse en la raíz de grandes problemas en la salud. Sin embargo, existe un poderoso aliado en la lucha contra esta complicación: el consumo de un alimento preciso.
Siguiendo un consumo de alimento diseñada para combatir la inflamación, podemos reforzar nuestro sistema inmunológico y prevenir padecimientos inflamatorios como diabetes, Crohn y asma.
Pero los beneficios no se detienen allí. Sorprendentemente, existe evidencia que sugiere que una dieta antinflamatoria podría aliviar los síntomas de trastornos como la ansiedad, el dolor crónico, problemas digestivos y trastornos cutáneos, según el Instituto Europeo de Nutrición y Salud.
El alimento clave es la fruta, en general. Este grupo es un pilar fundamental. Las frutas y hortalizas son ricas en vitamina E y C, dos antioxidantes clave. La Academia Española de Nutrición y Dietética recomienda consumir al menos cinco porciones de frutas y hortalizas frescas al día.
También, otro alimento que puede servir es el pescado, consumido tres o cuatro veces por semana, es una fuente de omega 3, un nutriente esencial que ayuda a prevenir padecimientos cardiovasculares. Se aconseja variar los tipos de pescado y agregar pescado graso como el salmón, el atún o la sardina, ricos en omega 3.
No pierdas la oportunidad.
Más opciones
Semillas de girasol, sésamo y calabaza, junto con frutos secos, proporcionan fibra, omega 3 y una gama de antioxidantes como la vitamina E, el selenio y el zinc.