El aloe vera, conocido por su versatilidad en productos de belleza y cuidado de la piel, se revela como una fuente de vitaminas y minerales con beneficios nutricionales sorprendentes, también en la alimentación.
Más allá de sus aplicaciones en cosmética, esta suculenta planta se alza como un recurso valioso para la salud, con la capacidad de abordar dolencias gastrointestinales y más. Por eso, os comentaremos los beneficios para la alimentación en el día a día.
Perteneciente a la familia de las liliáceas, el aloe vera, también llamado sábila, acíbar o áloe de Barbados, se despliega en cerca de 500 especies diferentes, desde el sur de África hasta América del Sur y Central, así como en zonas mediterráneas. Su presencia es notable en diversas tradiciones medicinales, si bien es más conocida por sus aplicaciones en el cuidado de la piel y la salud.
A menudo pasada por alto debido a su aspecto espinoso, el aloe vera esconde sus tesoros nutricionales en sus hojas carnosas y gelatinosas, que son de gran tamaño y alargadas. Estas hojas son las que contienen las propiedades beneficiosas para la salud, lo que hace que el aloe vera sea una adición valiosa a una alimentación equilibrada.
Entre los beneficios del aloe vera, destacan sus propiedades antisépticas y antibacterianas, que lo convierten en un aliado para el tratamiento de afecciones cutáneas y otros problemas. Asimismo, funciona como un hidratante efectivo, adecuado tanto para pieles secas como sensibles, al tiempo que contribuye a atenuar las arrugas.
Un adicional increíble.
Más datos
Lo más impresionante es su capacidad cicatrizante y regeneradora, ya que estimula la producción de colágeno y favorece la formación de nuevos vasos, acelerando así la recuperación de la piel después de una lesión gracias a la alimentación o incorporación de este suplemento.