En la lista de compras de los españoles, el jamón york ocupa un lugar destacado, gracias a su versatilidad en sándwiches, bocadillos, tostadas de desayuno e incluso pizzas. Sin embargo, ¿conocemos realmente el contenido de este alimento tan comúnmente consumido?
Mario Sánchez, experto tecnólogo de cualquier alimento, fue categórico al abordar la cuestión en una entrevista con "El Español", planteando si el jamón york podría ser "una de las grandes mentiras de la alimentación en España".
Lo que generalmente se conoce como jamón york no es más que jamón cocido o jamón dulce, según la definición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este producto resulta de hervir y salar la carne de cerdo, que luego se embute en una funda sintética o se enlata.
Existen diferentes calidades, siendo la más alta denominada paleta de cerdo o jamón cocido propiamente dicho, que se obtiene del animal. Sin embargo, también se puede encontrar otro tipo de alimento de menor calidad que contienen "fécula, grasas y otras partes del cerdo".
Las advertencias fueron entregadas.
Una curiosidad interesante es que su característico tono peculiar del alimento se debe a un cambio en el pigmento de la carne durante el proceso térmico de elaboración, como señala Sánchez.
Los expertos
El ministerio aconseja a los consumidores que al comprar jamón york observen que su tono sea tan llamativo y que no presente irisaciones verdosas, que indicarían una higiene deficiente del producto.