A pesar de su reputación como un alimento rico en grasas, un reciente estudio arroja luz sobre el papel de las almendras en una dieta de adelgazamiento, revelando que este fruto seco puede contribuir a la pérdida de hasta siete kilos mientras mejora la salud cardiometabólica.
Las dietas destinadas a la pérdida de peso y los frutos secos han sido tradicionalmente consideradas como elementos incompatibles. Aunque estos últimos son ricos en nutrientes, densos en proteínas y llenos de beneficios para la salud, también son reconocidos por su contenido calórico y nivel de grasas, lo que ha planteado dudas sobre su inclusión en dietas hipocalóricas con este alimento.
Sin embargo, un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Australia del Sur ha disipado esta controversia, demostrando que las almendras pueden formar parte de una dieta de adelgazamiento eficaz.
El alimento, un fruto seco con una importante historia de cultivo en España, son una fuente valiosa de grasas insaturadas, conocidas por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para proteger contra el colesterol.
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Además, son ricas en fibra alimentaria, potasio, magnesio y vitamina E, mientras que el contenido de azúcares, grasas saturadas y sodio es relativamente bajo en este alimento.
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Es importante destacar el contenido de fósforo en las almendras, que se sitúa en 460 miligramos por cada 100 gramos, dos veces de lo que se encuentra en algunas variedades de pescado.