Después de varios alimentos de más y otras actividades vinculadas a lo típico del verano, muchos suben de peso y buscan perder peso en estos días de otoño para realizar una especie de postemporada. Siempre, septiembre marca el mes en el que muchas personas se embarcan en dietas y rutinas de ejercicios.
Sin embargo, es común que utilicemos la báscula como la vara de medir principal de nuestro progreso. El peso corporal tiende a fluctuar a lo largo del mes, y esta variación es aún más pronunciada en el caso de las mujeres debido a las alteraciones de los ciclos propios. El perder peso y cambiar nuestro cuerpo es fundamental para muchos y la ayuda mental puede ser posible con estos consejos que os mostraremos.
Del mismo modo en que nuestro cuerpo puede sentirse hinchado, el peso registrado en la báscula puede aumentar temporalmente después de una comida abundante. Pero aquí radica la clave: este incremento no necesariamente indica un aumento de grasa corporal.
Por ejemplo, cada gramo de carbohidrato consumido se asocia con un incremento en el peso del agua retenida. Sin embargo, este aumento es temporal y tiende a equilibrarse en los días siguientes. En consecuencia, ensañarse con estas fluctuaciones y la idea de perder peso es contraproducente.
Lo que los expertos recomiendan es limitar el pesaje a una vez al mes, siempre bajo las mismas condiciones. La razón detrás de esta sugerencia es que el peso corporal puede variar debido a una serie de factores, y un aumento o disminución de unos pocos cientos de gramos no es necesariamente significativo. Así, perder peso está también vinculado al desarrollo de la masa muscular y otras veces a factores externos.
Os mostramos la clave para cambiar la mentalidad.
Otros consejos
Los nutricionistas aconsejan ampliar la perspectiva más allá del número en la báscula. Incorporar mediciones antropométricas, como la circunferencia de la cintura, las caderas y otras partes del cuerpo, proporciona una imagen más completa del progreso físico.