Carlos Sainz hizo todo lo que estuvo en sus manos para llegar a mantenerse en el primer puesto que había conseguido en la clasificación del sábado. Sin embargo, pudo mantenerse delante de Max Verstappen por 15 de las 51 vueltas que componen el GP de Monza.
“Más difícil que esto imposible. Pagué el precio por desgastar mis neumáticos traseros. Hice todo lo posible para defender, pero finalmente dejé en casa la tercera posición”, dijo Carlos Sainz antes de subirse al podio al lado de Max Verstappen y Checo Pérez.
En la vuelta 47 se dio lo impensado por los tifosi. Los Ferrari comenzaron una batalla sin miramientos por el podio. Ninguno cedió a pesar de las advertencias del equipo que les pedía continuar con tranquilidad en las últimas vueltas. Esto fue lo que le permitió a los Red Bull alejarse en los primeros puestos.
Las Ferrari comenzaron una batalla sin miramientos por el podio.
A dos vueltas del final, el equipo les pidió terminar con la batalla y dejar las posiciones cómo estaban, con el madrileño Carlos Sainz tercero y el monagesco fuera del podio, pero los pilotos del ‘cavallino rampante’ hicieron caso omiso una vez más a este pedido.
Lo de siempre
“Tires, tires, tires”, decía en inglés Carlos Sainz a la hora de recalcar el gran problema de Ferrari en esta temporada: la gestión de neumáticos. Max Verstappen ya había notado el desgaste en los traseros del hijo de la leyenda del rally y tuvo paciencia para poder quedarse con el liderazgo.