Las monedas antiguas pueden llegar a valer mucho dinero. La poca oferta y el valor histórico que tienen algunas piezas las hacen fascinantes para los coleccionistas. Sin embargo, cuando los especialistas en numismática se van de este mundo a menudo los familiares no saben qué hacer con los modelos heredados. Una de las primeras preguntas que aborda en esa situación es cuánto puede valer la colección que quedó en sus manos.
Según registra Rafa Sánchez en “coleccionistasdemonedas.com”, hay datos fundamentales que determinan el valor de las monedas: material, país, fecha, valor facial. Teniendo estos datos en nuestras manos, ya tenemos terreno ganado.
Podemos acudir a internet y buscar más información sobre las piezas. Si no tienes ni idea puedes acudir a centros especializados o consultar con expertos por internet. Para evitar estafas conviene consultar con varios.
Es posible que no sea posible conseguir estos datos porque se tratan de monedas muy antiguas o estén en un idioma que no sabemos.
Un imán será el encargado de revelarte el metal principal de la moneda.
En ese caso, por lo menos podemos saber algo con pistas tan simples como su diámetro, peso y material del que están hechas. Tomando una regla puedes medir el diámetro y con una báscula de cocina el peso. Un imán será el encargado de revelarte el metal principal de la moneda.
Google puede ayudarte a saber el valor de tus monedas
Otro truco para saber el valor de tus monedas es buscar en Google Lens imágenes similares. Puede que no aparezca la misma, pero sí alguna similar que pueda darte una guía para, por lo menos, encuadrar la pieza en un determinado período histórico.