Los apasionados de la numismática, siempre atentos a la caza de nuevas piezas para enriquecer sus colecciones, muestran especial interés por billetes, tanto en subastas presenciales como en línea, destacándose los de pesetas.
Entre los billetes codiciados por los coleccionistas, figura el de 1.000 pesetas de 1938, acuñado en Burgos. A pesar de su diseño sobrio, este ejemplar puede alcanzar un valor sorprendente en el mercado de subastas, según informa "Business Insider".
La publicación destaca que estos billetes de pesetas, especialmente cuando se encuentran en excelente estado de conservación, pueden superar los 350 euros en determinadas casas especializadas. Su valor radica en su escasez en el mercado.
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Otro billete digno de consideración es el de 500 pesetas de 1954, con el retrato del artista Ignacio Zuloaga y Zabaleta en el anverso. Según "El Cronista", su valor en el mercado puede ascender a los 1.100 euros. Un precio similar podría alcanzar el billete de 500 pesetas de 1938, mientras que el de 1.000 pesetas de 1936 rondaría los 3.600 euros.
La misma publicación señala que los billetes de 1.000 pesetas de 1925, que llevan la inscripción "Empréstit de Cataulnya. Estat Catalá" en el margen superior, podrían rondar los 1.500 euros, según los expertos en numismática. ¿Cuentas con alguno de estos papel moneda?
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