Juan Martínez Munuera será quien pite la final de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Barcelona. Será la cuarta oportunidad en la que el referí valenciano se haga cargo de un clásico. Esto se da en un contexto en donde el referato ha estado bajo la lupa a raíz del caso Negreira.
Munuera tiene en claro que, al tratarse de un clásico y de una definición de la Supercopa de España, la responsabilidad es mucho mayor, ya que su trabajo será seguido de cerca por millones de aficionados en España y en el mundo.
"Tenemos una responsabilidad añadida por ser una final y un Clásico. ¿Audios? No nos preocupa en absoluto. No hay nada que ocultar. Todos tenemos una forma muy similar de arbitrar. Depende más de los equipos eso de colocar el listón", aseveró el valenciano.
Tiempos difíciles
Más allá de la alegría por su designación en la final de la Supercopa de España, Munuera reconoce que es complicado ser árbitro en estos tiempos. "Es el momento más complicado porque se cuestiona la honestidad. Son once temporadas y quién me iba a decir que iba a disfrutar de partidos así, pero llegas y ves lo que está pasando", declaró.
"Es el momento más complicado porque se cuestiona la honestidad".
“No me consta que Negreira tuviera incidencia. Hablé tres veces con él. No te puedo decir la influencia que tenía. Eran Sánchez Arminio o Díaz Vega", aseveró el árbitro de la final de la Supercopa de España. "Desconozco lo que se ha dicho o se ha declarado. Deben ser el Barcelona o González González sobre las intenciones. A mí no me han citado. Sé que mi a hermano le pidieron declarar. Se nos solicitó que dijéramos nuestro vínculo con él y lo hice. Estoy supertranquilo. No he hecho nada ilegal en mi vida. No es cuestión de ser corrupto, ya es en nuestra vida. Eso nos preocupa, en el supermercado", recalcó Martínez Munuera.
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