Dinamarca ha experimentado un cambio trascendental este domingo al ver a Federico de Dinamarca, antes príncipe, asumir el título de Federico X tras la abdicación de la reina Margarita.
El traspaso de la corona se formalizó durante un Consejo de Estado en Christiansborg, donde posteriormente Federico de Dinamarca saludó a la multitud congregada desde el balcón, gesto al que se unió su esposa, Mary Donalson.
Este momento, marcado por un gesto cariñoso en público, adquiere relevancia después del escándalo que rodeó al príncipe en noviembre, cuando se publicaron imágenes de él paseando en Madrid con la socialité Genoveva Casanova. Las especulaciones sobre una crisis en el matrimonio se disiparon el domingo, y una experta en comunicación no verbal llamada Patrycia Centeno, quien analizó todo por Twitter.
"Mary no quiere darle la cara y busca la mirada de sus jóvenes hijos. Así sí acepta el gesto de Federico de Dinamarca", comentó la experta en expresiones no verbales.
"Mary no quiere darle la cara".
Este análisis revela una dinámica interesante en la pareja real, especialmente después de los rumores de infidelidad que circularon previamente contra Federico de Dinamarca.
Más detalles
"La mujer quiere apartarse", comenta también Patrycia para dejar en claro que el drama en la pareja sigue siendo complejo. Este detalle añade una capa de complejidad a la narrativa pública de la pareja real, sugiriendo que hay más debajo de la superficie de este momento aparentemente festivo.
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