La reina Letizia se ve envuelta en una trama de rumores y especulaciones que ha puesto en alerta al rey Felipe. La presunta intención de Letizia de tener un tercer hijo con Jaime del Burgo ha desencadenado un escándalo que resuena en los pasillos de Zarzuela.
Aunque la reina sigue siendo foco de titulares, la Casa Real opta por el mutismo, generando inquietud ante las graves insinuaciones vertidas por Jaime Peñafiel. Este experto en realeza va más allá al sugerir que las hijas de la reina Letizia, Leonor y Sofía, podrían ser, en realidad, descendientes de su hermana Érika Ortiz.
Si bien es sumamente polémico, Jaime Peñafiel, el conocido autor del libro que cuenta las supuestas verdades secretas sobre la reina Letizia, soltó lo que habría hecho que la mujer recurra a su hermana para concebir a las niñas. Sin embargo, esta supuesta negativa de Letizia a permitir que Érika viera a las pequeñas habría llevado a esta última a tomar la decisión que quedó marcada para siempre con su despedida.
El escándalo continúa creciendo, con nuevas revelaciones anunciadas por Peñafiel que prometen sacudir aún más los cimientos de la monarquía y por las intervenciones de los embarazos de manera continua. Jaime Peñafiel queda en la mira en Zarzuela por estos dichos, al igual que Jaime del Burgo.
Nuevas acusaciones vinculadas a un supuesto embarazo.
Entre las revelaciones más impactantes, se encuentra la supuesta consideración de Letizia de tener un tercer hijo con Jaime del Burgo. Los informes indican que este plan habría incluido una huida a Estados Unidos para recurrir a gestación, lo que atrajo la atención de los servicios secretos.
La actitud
La reina Letizia, después de estos dichos, según los periodistas cercanos a la familia real, ha estado melancólica, con su mirada gacha y un trato distante.
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