En el cautivador universo de la numismática, donde las monedas se convierten en auténticas joyas históricas y financieras, descubrimos algunas de las piezas más valiosas y codiciadas que han dejado su huella en el mundo del coleccionismo.
En la cima de la lista de monedas, destaca el fascinante centén de Felipe III, una moneda de oro monumental que, en el mundo del coleccionismo, ostenta el título de la moneda antigua española más cara conocida. Esta pieza de gran tamaño, con un valor nominal de 100 escudos, contiene una impresionante cantidad de oro, aproximadamente 339 gramos.
Acuñada en Segovia, es una moneda única y sin circular. En una subasta realizada en 2009, su precio se fijó en un millón de euros, pero hoy en día se estima que su valor ha ascendido a casi dos millones de euros, convirtiéndola en una verdadera joya numismática.
Las onzas de la ceca de Segovia también se alzan como monedas protagonistas en el mundo de la numismática, con piezas únicas como la de 1611 que pueden alcanzar cifras impresionantes, alrededor de los 300.000 euros en subastas entre coleccionistas.
Otros ejemplares valiosos
Cambiando de continente, las monedas onzas de Guatemala se convierten en tesoros codiciados por coleccionistas de monedas de Estados Unidos y México. Su rareza y singularidad las hacen altamente buscadas, y las piezas excelentes pueden llegar a pagarse alrededor de los 200.000 euros, destacando en subastas de monedas de plata.
Por su parte, las imponentes cincuentines de plata, antiguas piezas de plata de mayor tamaño con un valor de 50 reales, capturan la atención con su diámetro de 7 cm y un peso de 170 gramos. Estas joyas de plata, raras y majestuosas, pueden alcanzar precios entre los 40.000 y 60.000 euros.
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