La filatelia, conocida como el arte de coleccionar y estudiar sellos postales, ha ganado adeptos a lo largo de los años gracias a la fascinación por las piezas que narran la historia a través de pequeños fragmentos de papel. En este emocionante mundo del coleccionismo de sellos, encontramos verdaderas joyas que encapsulan momentos cruciales en el tiempo y reflejan la evolución cultural, política y artística de distintas épocas.
Entre los ejemplares que destacan en el panorama de la filatelia, resaltan cinco sellos postales que han capturado la atención de los coleccionistas más apasionados. Entre ellas, figura un sello de Isabel II datado en 1865, una auténtica joya del siglo XIX que se encuentra disponible en un portal de colección por la impresionante cifra de 7.500 euros.
Este ejemplar, identificado como ISABEL II Edifil N 70 e, destaca por su marco invertido y la ausencia de goma, ofreciendo así una perspectiva única en la colección. Otro tesoro en el mundo del coleccionismo remonta su origen a 1852, con un sello utilizado de Isabel II, específicamente el Edifil 14, 2 r, en un cautivador tono naranja pálido.
Este raro ejemplar, desprovisto de dentado, se encuentra disponible en el mercado por un precio que asciende hasta los 6.200 euros, testamento de su valor histórico y estético. La colección también nos lleva a la España de 1950, con un sello conmemorativo Ed.1083 V de 25 pesetas. Además de conmemorar la visita de Franco a Canarias y rendir homenaje al compositor Manuel de Falla, se presenta como una obra de arte en sí misma y se ofrece a los coleccionistas por un precio de 4.500 euros.
Otros dos ejemplares
Hay otros dos sellos postales que no se pueden dejar pasar por alto. Uno es el sello de España datado en 1874, una representación de la Alegoría de la Justicia con un valor nominal de 10 pesetas, identificado como Edifil N 152. Este ejemplar, nuevo y con goma, lleva una marquilla de autentificación de original y se comercializa por un valor de 4.380 euros.
Estos son cinco de los sellos más codiciados en el mercado filatélico.
Finalmente, entre las destacadas piezas, encontramos los sellos postales raros de Carlos VII, fechado en 1874, que llevan consigo el marcado rango carlista y muestra una señal de fijasellos. Un ejemplar de este, testigo de un período histórico particular, se valora en el mercado en 2.255 euros.
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