Los apasionados coleccionistas de monedas antiguas suelen participar activamente en diversas subastas, tanto presenciales como en línea, con el fin de descubrir nuevos ejemplares de alto valor histórico o simbólico. De hecho, existe una amplia variedad de piezas, adaptadas a todos los gustos y presupuestos.
Especialmente cautivadoras son las denominadas Walton Nickel, también conocidas como Liberty Head Nickel. Acuñadas en 1913, estas monedas son objeto de deseo entre los coleccionistas más adinerados. Su rareza se refleja en el hecho de que en 2022, una de ellas se vendió por la asombrosa suma de 4.2 millones de dólares, según informa "Yahoo Finance".
Por otro lado, el centavo sin marca de ceca de 1983, según la misma fuente, es otra de esas monedas de interés para los aficionados a la numismática. Aunque su valor en el mercado es significativamente menor en comparación con el caso anterior, "Coinhub" estima que su precio ronda los 7.000 dólares.
Otra pieza fascinante que despierta la adrenalina de los numismáticos es el medio penique de Nueva Zelanda, acuñado en 1965. En su anverso, se puede apreciar el perfil de la reina Isabel II y la inscripción, originalmente en inglés, está trazada en latín. David Galt, de Mowbeay Collectables, comentó al respecto: "Es un enigma cómo se produjo, pero es el único ejemplar conocido y se estima en 8.000 dólares, casi dos millones de veces su valor nominal de medio centavo", según recoge "SunMedia".
El descubrimiento de un granjero de Fakenham
Es importante destacar que las monedas genuinamente antiguas, como las romanas, también despiertan el entusiasmo de los coleccionistas. Hace unos pocos años, en el condado de Norfolk, Inglaterra, se descubrieron un total de 432 monedas que datan del siglo V a.c. De estas, 73 fueron vendidas por 17.594 euros, según informó "Lynn News".
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