La reina Letizia ha capturado la atención de todos en un evento en el que ha participado en las últimas horas, y no solamente por su destacada elegancia, sino también por un incidente por demás imprevisto que ha protagonizado.
Reconocida como ícono de la moda, la reina Letizia durante la recepción al cuerpo diplomático, sorprendió a todos con su impecable vestimenta, un deslumbrante vestido azul y joyas que recordaban su pedida de mano hace dos décadas.
Pero además, ha ocurrido algo insólito. Sucede que en un momento que podría haber sido catalogado como simpático pero algo incómodo, la reina Letizia se vio obligada a agacharse frente a la prensa, el Presidente del Gobierno y distinguidos políticos internacionales para recuperar una pulsera que se deslizó de su muñeca.
Engarzada con zafiros y diamantes de alto valor, se unía a un conjunto de joyas que resurgieron después de dos décadas.
La pulsera, engarzada con zafiros y diamantes de alto valor, se unía a un conjunto de joyas que resurgieron después de dos décadas. Un gesto amable tuvo el rey Felipe VI, quien ayudó a su esposa delante de todos, a asegurar la pulsera.
Una curiosidad del episodio
Este episodio, que podría haber pasado desapercibido, adquiere un matiz peculiar al recordar que en la Pascua Militar de 2022, con el mismo vestido, la monarca también experimentó una pérdida similar, en ese momento, un valioso broche de “La Peregrina”.
Esta joya que perdió la reina Letizia años atrás, tiene un valor histórico incalculable, que forma parte del distinguido “joyero de pasar” de los Borbón, con una perla de casi 60 quilates y más de 500 años de antigüedad.
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