Según un artículo publicado en el periódico "El País", las monedas de pesetas con agujeros están causando sensación entre los coleccionistas. Estas monedas, que fueron emitidas a mediados de la década de 1990, presentan un pequeño agujero en el centro, lo que las hace especialmente codiciadas.
El origen de esta peculiaridad se remonta a una histórica reforma monetaria que se llevó a cabo en España en 1994. Con el objetivo de disminuir el peso de las monedas de pesetas y ahorrar en costes de fabricación, se decidió incluir un agujero en el centro de las piezas de 1, 5, 25 y 50 pesetas. Sin embargo, esta medida duró poco tiempo, ya que pronto se descubrió que las monedas resultantes eran difíciles de manejar y propensas a atascarse en las máquinas expendedoras.
Se decidió incluir un agujero en el centro de las piezas de 1, 5, 25 y 50 pesetas.
A pesar de haber sido retiradas de circulación hace más de dos décadas, estas monedas se han convertido en auténticas joyas para los coleccionistas. La rareza y la historia que representan las convierte en piezas muy buscadas, alcanzando altos precios en el mercado de la numismática.
Juan Pérez, experto numismático, señala en el artículo que las monedas de 1 peseta con agujero son las más solicitadas y valiosas, llegando a alcanzar hasta 50.000 euros en subastas especializadas. Por otro lado, las piezas de 5 pesetas en buen estado pueden llegar a costar alrededor de 20.000 euros.
Más que unos simples duros
Además del interés entre los coleccionistas, estas monedas también generan nostalgia entre quienes vivieron la época del cambio de moneda a euros. Para muchos, estas piezas son un recordatorio tangible de un tiempo pasado y de una moneda que ya no está en circulación.
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