El apasionante mundo de la numismática continúa sorprendiendo con monedas históricas que alcanzan cifras astronómicas en subastas y entre coleccionistas. Dos de los ejemplos más impresionantes de los últimos años son la moneda de 100 pesetas de 1870, acuñada en España durante el breve periodo del Gobierno Provisional, y las legendarias onzas de Guatemala, emitidas entre 1794 y 1801.
Estas monedas no solo representan un valor económico elevado, sino que también tienen un significado histórico y cultural inmenso, consolidándose como verdaderos tesoros del coleccionismo. La moneda de 100 pesetas, acuñada en 1870, es una de las más valiosas y buscadas en el mercado numismático español.
Con solo unos pocos ejemplares en circulación, la moneda de 100 pesetas se ha convertido en una pieza rara y extremadamente codiciada. Su valor entre los coleccionistas, actualmente estimado en 250.000 euros, no solo se debe a su antigüedad y escasez, sino también a la relevancia histórica del periodo en que fue emitida.
Otro caso de monedas que ha despertado gran interés en el mundo de la numismática es el de las onzas de Guatemala, acuñadas entre 1794 y 1801. Estas monedas, de origen colonial, se destacan por su rareza y singularidad, lo que las convierte en auténticas joyas del coleccionismo numismático.
Estas son dos de las monedas más valoradas del mundo numismático.
Valor
Las monedas onzas de Guatemala no solo son apreciadas en el ámbito hispanoamericano, sino que también han captado la atención de coleccionistas de Estados Unidos y México, dos países con una larga tradición en la recolección de monedas históricas. El valor de estas piezas puede variar significativamente dependiendo de su estado de conservación, actualmente pueden alcanzar un precio de hasta 200.000 euros.
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