Dejar la llave dentro de la cerradura de la puerta puede ser un problema muy frecuente. Afortunadamente, existen varios métodos caseros que nos pueden ayudar a resolver esta situación sin necesidad de llamar a un cerrajero de inmediato. La clave principal es mantener la calma y usar algunas herramientas básicas que probablemente tengas en casa.
Una opción muy efectiva es utilizar una tarjeta de plástico, ya sea una de crédito vieja o una que ya no uses. Este método sólo funciona si la puerta está cerrada sin seguro o pestillo. Debes deslizar la tarjeta entre el marco y la puerta, justo donde se encuentra el resbalón de la cerradura. La idea es empujar el resbalón hacia adentro mientras se hace presión en la tarjeta.
La técnica del destornillador es otra alternativa, especialmente si el diseño de la cerradura es más simple. Se debe colocar un destornillador fino o incluso una lima de uñas metálica dentro del ojo de la cerradura, empujando con suavidad e intentando mover los componentes internos de la cerradura para liberar el mecanismo.
Cuando se trata de cerraduras con dos orificios, como en las puertas con manijas con cerraduras más complejas, otro truco es intentar insertar un alambre fino o un gancho en el orificio inferior de la puerta, moviéndolo hacia arriba para tratar de hacer saltar el mecanismo de bloqueo.
"Cuando se trata de cerraduras con dos orificios, se debe insertar un alambre fino o un gancho".
Kit de ganzúas
Si ninguno de estos métodos funciona, una opción más compleja es recurrir al kit de ganzúas. Si bien se asocia con cerrajeros profesionales, existen kits sencillos para principiantes que permiten manipular los pistones de la cerradura de la puerta y abrirla sin causar daños.
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