El coleccionismo de sellos postales esconde piezas que no son simples piezas de colección, sino auténticas obras de arte que han alcanzado valores extraordinarios con el paso del tiempo. Los sellos más valiosos suelen destacar por su rareza, su antigüedad o por haber sido emitidos en circunstancias muy particulares.
La historia que representan estos sellos postales es lo que los convierte en piezas tan preciadas. Desde errores de impresión hasta tiradas limitadas o diseños únicos, cada sello tiene una razón especial por la que su valor se ha incrementado.
El llamado “Sello Lila de 1853 de 100r” es uno de los sellos postales más buscados por los coleccionistas. Se trata de unas de las primeras estampillas de Portugal emitidas en el año 1853. En febrero de 2013, se subastó un ejemplar por 5.000 dólares.
Entre los sellos mejores valorados del mercado también encontramos el “Recargo bisecto de 1911 de 5a sobre 10”. Fue una pieza emitida después de la Revolución de 1910 en Portugal y se destacó por representar la transformación política hacia la República. Su precio alcanzó los 7.632 dólares en 2018.
"Se destacó por representar la transformación política hacia la República".
Sello Amarillo de 1868 con sobreimpresión
Otro de los sellos postales más codiciados del mercado es el “Sello Amarillo de 1868 con sobreimpresión”. Este ejemplar se creó para conmemorar la historia de Luís I de Portugal, quien enfrentó “desafíos significativos durante su reinado de 1861 a 1889”. Su valor superó los 6.200 euros en una subasta de 2011.
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