En el fascinante mundo de la numismática, hay monedas que trascienden su valor facial y se convierten en auténticas piezas de colección. Entre ellas, destaca una moneda especial de 5 pesetas emitida en 1996, que ha capturado la atención de coleccionistas y apasionados del metal precioso, especialmente por su vinculación con la encantadora región de La Rioja.
Bajo el reinado de Juan Carlos I, esta moneda fue acuñada en una tirada limitada, lo que ha disparado su demanda en el mercado del coleccionismo. Con un peso de 3 gramos y un diámetro de 17,5 milímetros, está fabricada en bronce de aluminio, un material que evoca la era en la que fue emitida.
Pero no es solo su composición lo que la hace atractiva; el anverso presenta una exquisita representación de la torre de la iglesia de Santa María de Palacio en Logroño, junto al emblemático pórtico del Revellín. Este diseño, obra de la talentosa Begoña Castellanos García, logra capturar el espíritu y la identidad de La Rioja en una pequeña pieza de metal, convirtiéndola en un símbolo cultural y patrimonial, destacada entre los coleccionistas.
Ofrecen hasta 5.000 euros por esta moneda.
Lo que realmente ha asombrado a la comunidad numismática es el asombroso valor que ha alcanzado esta moneda en los últimos años. Aunque fue acuñada hace apenas tres décadas, su rareza y características únicas han llevado a que algunos ejemplares se vendan por cifras que rondan los 5.000 euros.
Valor histórico y cultural
Este fenómeno no solo subraya la importancia de la moneda en la cultura española, sino que también destaca cómo el mercado puede transformar objetos cotidianos en tesoros altamente valorados. Los coleccionistas no solo buscan piezas para completar sus álbumes, sino que también se adentran en la historia que cada moneda cuenta.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!