Entre las diversas monedas que componen el rico patrimonio numismático de España, la moneda de 5 pesetas emitida en 1996 ha capturado la atención de coleccionistas y entusiastas por su singularidad y su conexión con la región de La Rioja. Esta pieza, acuñada durante el reinado de Juan Carlos I, no solo es un símbolo de la historia monetaria española, sino también un reflejo de la identidad cultural de una de las comunidades más emblemáticas del país.
La moneda de 5 pesetas de 1996 forma parte de una serie que celebra diferentes regiones de España, cada una con su propio diseño representativo. En este caso, La Rioja fue la elegida para rendir homenaje a su patrimonio cultural y artístico.
Con un peso de 3 gramos y un diámetro de 17,5 milímetros, esta moneda es de tamaño compacto y fácil de manejar. Su grosor, que ronda los 1,5 milímetros, y su composición en bronce de aluminio, material habitual en las monedas de su época, no la hacen destacar en términos de rareza material. Sin embargo, es precisamente su diseño lo que la convierte en un objeto de deseo para los coleccionistas.
Ofrecen hasta 5.000 euros por esta moneda.
El anverso presenta la imponente torre de la iglesia de Santa María de Palacio en Logroño, así como el pórtico del Revellín, dos iconos arquitectónicos que encapsulan la esencia de La Rioja y que la hacen más valorada en el mundo del coleccionismo. En el reverso, los detalles son igualmente significativos. La imagen de uvas, un símbolo de la rica tradición vitivinícola de La Rioja, subraya la importancia de la industria del vino en la cultura local.
Valor
El creciente interés por la numismática ha llevado a que algunas monedas alcancen cifras sorprendentes en subastas y ventas. Recientemente, una rara moneda de 5 pesetas de 1996 fue vendida por la suma de 5.000 euros, un reflejo del aprecio que los coleccionistas tienen por este tipo de piezas.
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