El apasionante mundo de la filatelia, el arte de coleccionar sellos postales, ha visto a lo largo de los años la aparición de piezas que no solo son raras, sino que también poseen historias fascinantes que atrapan la imaginación de coleccionistas y expertos.
Entre los sellos postales más codiciados de este ámbito filatélico se encuentran el famoso sello magenta de un centavo de Guayana Británica, emitido en 1856. El sello magenta de un centavo de Guayana Británica es considerado uno de los sellos más raros y valiosos del mundo.
El origen de esta pieza codiciada por los coleccionistas se remonta a 1856, cuando la colonia enfrentó una escasez de sellos y no podía esperar el suministro habitual desde Inglaterra. En una decisión audaz, el director de correos de Guayana Británica solicitó a los editores del periódico local, el Gazette de Georgetown, que imprimieran sellos temporales para uso local.
Lo notable de esta clase de sellos postales es que, desde su emisión, se pensaba que había quedado en el olvido. No fue hasta 1873 que se descubrió otra copia, que fue subastada en 2014 por la asombrosa cifra de 9,8 millones de dólares (aproximadamente 9,1 millones de euros), un récord que asombró en el ámbito del coleccionismo.
Estos son dos de los ejemplares más buscados de la filatelia.
Sello Treskilling Amarillo
Otro de los sellos postales destacados es el sello Treskilling amarillo, emitido en 1855, cuyo valor radica en un error de impresión que le confirió un color amarillo en lugar del verde tradicional. Esta variación inesperada ha hecho de este sello una pieza única y muy buscada. En la última venta conocida públicamente, este sello alcanzó casi 2,6 millones de dólares (2,4 millones de euros).
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