En un sorprendente giro del mercado numismático, las monedas de pesetas de oro que circularon en España a finales del siglo XIX y principios del XX han resurgido como verdaderos tesoros.
Coincidiendo con el creciente interés por las inversiones en metales preciosos, coleccionistas y aficionados de monedas de pesetas están dispuestos a pagar sumas exorbitantes por estas raras piezas, que pueden alcanzar precios que oscilan entre los 1.500 y 10.000 euros según su estado y demanda.
Una de las monedas más codiciadas es la peseta de oro de 1870, que presenta un diseño elegante con la efigie de la reina Isabel II, según detalla "ABC".
Las piezas en perfecto estado alcanzan precios de alrededor de 5.000 euros. Otra moneda destacada es la peseta de 1883, que rinde homenaje a la soberanía de España y cuya rareza la eleva hasta 7.500 euros. Ambas monedas son altamente valoradas no sólo por su contenido de oro, sino también por su valor histórico.
Las piezas en perfecto estado alcanzan precios de alrededor de 5.000 euros.
El mayor precio
Por otro lado, la peseta de 1896, conocida por su diseño innovador y su escasez en circulación, puede llegar a venderse por más de 10,000 euros. Los coleccionistas están particularmente interesados en ejemplares con errores de acuñación, lo que aumenta su valor considerablemente. Este auge ha llevado a la proliferación de subastas y mercados online, donde estas monedas son objeto de feroz competencia.
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