Miles de jóvenes tienen bebidas energéticas como una de sus favoritas en el día a día. Sin embargo, no es una de las mejores opciones debido a que puede generar un desorden en la higiene del sueño que podría afectar nuestra vida cotidiana.
Un reciente estudio realizado en Noruega indica el consumo de bebidas energéticas afecta de manera negativa el descanso de miles de jóvenes adultos. A su vez, se indica que incluso los que consumen el producto moderadamente tienen estos problemas.
El estudio ha destacado que el consumo de bebidas energéticas está directamente vinculado con el insomnio. Las estadísticas tomadas de la población estudiada indican que no solo puede afectar el sueño, sino que también agrava los problemas de insomnio ya preexistentes o contribuye a que aparezcan.
Asimismo, el insomnio no es el único problema que puede estar asociado al consumo de bebidas energéticas. Si el descanso no es suficiente, el rendimiento cognitivo y físico se ve completamente afectado de manera negativa al día siguiente.
El rendimiento cognitivo y físico se ve completamente afectado de manera negativa al día siguiente.
El efecto
Las bebidas energéticas tienen como principal componente a la cafeína y sus propiedades estimulantes. En concreto, quienes las consumen habitualmente duermen un promedio de 30 minutos menos de quienes no lo hacen. En añadidura, los azúcares incluidos en la preparación pueden influir en los problemas de sueño.
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