El mundo de la filatelia está lleno de piezas únicas que, por su rareza, historia y particularidades, alcanzan valores astronómicos en el mercado de subastas. A continuación, destacamos tres de los sellos postales más codiciados y valiosos en la historia del coleccionismo, que no solo tienen un inmenso valor material, sino también una fuerte carga simbólica.
Uno de los sellos postales más icónicos y raros del mundo es el Sello de Correos de Mauricio, emitido en 1847. Considerado una de las piezas más exóticas y valiosas de la filatelia, este sello cuenta con menos de 30 copias individuales en todo el mundo, lo que lo convierte en un objeto de deseo para los coleccionistas más exclusivos.
Su escasez y su estatus histórico le otorgan un valor incalculable, y en la última subasta de 2021, alcanzó la impresionante cifra de 12 millones de dólares. Este sello, con su diseño sencillo pero distintivo, se ha ganado un lugar en la historia no solo por su antigüedad, sino también por su condición de pieza única, rara vez disponible en el mercado del coleccionismo.
Otro de los sellos postales valiosos para los coleccionistas, que es toda una leyenda en el ámbito filatélico, es el Siciliano de error de color de 1859. Este sello italiano adquirió su valor precisamente por un error de impresión: el color original debía ser amarillo, pero por un fallo en la producción, se imprimieron en color azul.
Cualquiera de estos ejemplares pueden convertirte en nuevo millonario.
Valorado
Este simple error convirtió a los sellos postales con estas características en una pieza extremadamente rara, con solo dos copias existentes en el mundo. Su autenticidad y singularidad le dieron un valor sorprendente de 2,6 millones de dólares, un precio que no hace más que resaltar el atractivo que los coleccionistas sienten por las piezas con defectos, que se convierten en símbolos de rareza e historia.
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