Corría 1989 cuando Bélgica decidió emitir una llamativa moneda de 100 ecu, confeccionada en oro. Su alta impronta simbólica la ha convertido en una favorita entre muchos aficionados a la numismática.
La moneda pesa poco más de 62 gramos, tiene un diámetro de 37 milímetros y fue lanzada a circulación con fines conmemorativos. En su anverso se observa la efigie de María Teresa de Austria.
El grabador a cargo de este lado de la moneda fue Jacob Roettiers II, mientras que el reverso lo realizó Fernand Brose. Allí se ve el valor facial de la pieza rodeado por doce estrellas.
Según la fuente Numista, se emitieron algo más de 1.000 ejemplares de esta moneda. Con exactitud, se acuñaron 1.145 piezas, y algunas de ellas han destacado en subastas presenciales y en línea.
Sin ir más lejos, un ejemplar de la moneda está siendo ofrecido actualmente en la plataforma eBay por 10.343 dólares, es decir, aproximadamente 9.900 euros.
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