El billete de 10.000 pesetas emitido en 1992 se ha convertido en una auténtica joya para los coleccionistas y aficionados a la numismática.
Con la imagen destacada de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, este billete no solo es un recordatorio del pasado monetario de España, sino que también representa un valor elevado en el mercado de coleccionistas. Su diseño atractivo y su historia lo hacen especialmente deseable.
En el ámbito de la numismática, el valor de este billete puede variar significativamente. En condiciones óptimas, los especialistas han llegado a estimar precios que oscilan entre 200 y 600 euros.
Los especialistas han llegado a estimar precios que oscilan entre 200 y 600 euros.
Sin embargo, en subastas o colecciones privadas, algunos ejemplares pueden alcanzar precios aún más altos, dependiendo de su estado de conservación y rareza. Este fenómeno subraya el creciente interés por billetes antiguos en el contexto actual de la economía.
Un negocio que crece
Un aspecto curioso de este billete es que, aunque fue retirado de circulación en 2002, su atractivo no ha disminuido. Según un artículo publicado en el diario “ABC”, el auge del coleccionismo y la búsqueda de objetos históricos han elevado su demanda en los últimos años, convirtiéndolo en un objeto de deseo para muchos.
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