Mantener las cañerías de la casa en perfecto estado es importante para evitar problemas mayores como malos olores o acumulaciones graves. Si bien los productos químicos son muy efectivos, lo cierto es que estos pueden dañar las tuberías a largo plazo. Afortunadamente, podemos contar con algunos trucos sencillos y naturales, ideales para mantener un sistema de plomería saludable y funcional.
En primer lugar, uno de los métodos más básicos y eficaces consiste en hervir una olla de agua y mezclarla con media taza de sal gruesa. Este truco permite disolver los residuos grasos acumulados en las cañerías. Simplemente debemos verter el agua por el desagüe y deja actuar durante 30 minutos antes de enjuagar con más agua caliente.
Cuando se trata de cañerías obstruidas por restos de grasa, el detergente líquido puede ser una solución muy eficaz. Se recomienda mezclar una cucharada de detergente con agua hirviendo y verter la mezcla en el desagüe. La acción desengrasante del detergente eliminará los bloqueos más comunes de la cocina.
En el caso de que el problema en las cañerías persista, es aconsejable destapar el conducto con un desatascador manual. Para esto, debemos aplicar presión de manera uniforme para liberar los bloqueos. Si este método no funciona, podemos utilizar una manguera con agua a presión moderada, asegurándonos de sellar bien la entrada para que el agua empuje el atasco.
"Es aconsejable destapar el conducto con un desatascador manual".
Para obstrucciones más grandes
Si se trata de un problema mayor, como restos de cabello o pequeños objetos en las cañerías, se puede utilizar un gancho de alambre para introducir con cuidado y moverlo hasta enganchar y retirar los restos bloqueados.