En el apasionante mundo de la numismática, los billetes de pesetas españoles se han convertido en objetos de deseo para muchos coleccionistas.
Según “El país”, estos billetes, que circularon en España hasta la adopción del euro en 2002, no solo representan una parte importante de la historia económica del país, sino que también poseen un valor sentimental y monetario para aquellos que vivieron en la época en la que eran utilizados.
Entre los más codiciados por los coleccionistas de la numismática se encuentran los billetes de 1.000 y 5.000 pesetas, que presentan diseños y características únicas.
El billete de 1.000 pesetas, emitido en 1981 es especialmente apreciado y pueden llegar a pagar más de 500 euros por algunos de estos ejemplares. Su diseño colorido y artístico, además de su escasa circulación, lo convierten en una joya para los coleccionistas de billetes.
El billete de 1.000 pesetas, emitido en 1981 es especialmente apreciado.
Una gran pieza numismática
Por otro lado, el billete de 5.000 pesetas, que presenta una representación de Miguel de Cervantes, se considera una de las piezas más raras y valiosas en el ámbito numismático, ya que su emisión fue limitada y su papel ha intrincado un seguimiento exhaustivo por parte de los coleccionistas de billetes de pesetas.
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