Cuando hablamos de numismática, es común que la atención se centre en las monedas, sin embargo, el mundo del coleccionismo de billetes también esconde piezas de gran valor. De hecho, algunas de ellas pueden superar el precio de las monedas más cotizadas, principalmente debido a la complejidad de su conservación.
Al estar fabricados en papel, los billetes son más susceptibles al desgaste y, por tanto, las piezas que sobreviven intactas se convierten en auténticas joyas para los coleccionistas. Una de las piezas más valiosas y buscadas es la 1.000 pesetas de Cabarrús, emitida el 1 de mayo de 1895.
Según la casa de subastas Ibercoin, esta pareja de billetes correlativos es extremadamente rara, no solo por su antigüedad, sino también por su calidad de conservación. Con el retrato del Conde de Cabarrús, un destacado funcionario y financiero español de origen francés, esta pieza se valora actualmente en unos impresionantes 15.000 euros, convirtiéndola en un tesoro de la numismática.
Otro billete altamente cotizado es el de 25 pesetas de 1899, que destaca por el diseño del busto de Francisco de Quevedo, uno de los escritores más importantes del Siglo de Oro español. Este billete, que forma parte de una edición limitada, tiene un valor cercano a los 1.400 euros, un precio elevado en el ámbito del coleccionismo por la rareza y el valor histórico que representa.
Estas son algunas de las piezas más destacadas de la numismática española.
Otro ejemplar valorado
También se encuentra entre los billetes más codiciados el billete de 50 pesetas de 1884, con el retrato de Bravo Murillo, un político, jurista y filósofo que desempeñó un papel crucial en la historia de España. Esta pieza, considerada rara y difícil de encontrar en buen estado, tiene un valor aproximado de 900 euros.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!