La reciente visita de la princesa Leonor a Asturias ha dejado una profunda huella en la prensa nacional e internacional. A sus 19 años, la heredera al trono se ha presentado como una figura comprometida y profesional, especialmente durante la ceremonia en la que recibió el título de Alcaldesa Honoraria de Oviedo y la Medalla de Asturias. Sin embargo, algunas situaciones acaban despertando controversias, como ha sucedido tras este evento histórico.
Desde el otro lado del Atlántico, la revista argentina “Caras" ha generado revuelo al resaltar un momento que pasó desapercibido en España, en el que un miembro del equipo de Casa Real se dirigió a la princesa Leonor de manera poco protocolaria. En un vídeo, se observa cómo el asistente, Bernardo Francisco de Lizaur Cuesta, se dirige a la princesa simplemente como "Leonor", algo que ha levantado suspicacias respecto al respeto que se debe mostrar hacia la realeza.
El artículo de la publicación argentina critica abiertamente este acto, calificándolo de "inapropiado" y subrayando la importancia de mantener la solemnidad en la comunicación con los miembros de la familia real. Desde su proclamación, el rey Felipe VI y la reina Letizia han trabajado para modernizar ciertas tradiciones, pero algunos sugieren que esto ha llevado a una disminución en el respeto a los protocolos.
Desde su proclamación, el rey Felipe VI y la reina Letizia han trabajado para modernizar ciertas tradiciones.
A pesar de este pequeño contratiempo, la princesa Leonor continúa siendo el foco de atención. El compromiso y profesionalismo de la nieta de la reina Sofía y el rey emérito Juan Carlos han sido ampliamente elogiados, mostrando un equilibrio entre la cercanía y la formalidad que se espera de una heredera al trono. Con su juventud y carisma, la princesa ha captado la admiración de muchos, tanto en España como en el extranjero.
Una determinación para consolidar el reinado
En su 19 cumpleaños, la princesa Leonor se enfrentó a un evento marcado por la tristeza debido a la reciente catástrofe provocada por la DANA en España. Aunque estaba prevista una celebración, los reyes priorizaron su responsabilidad hacia las comunidades afectadas. Así, la figura de la princesa se consolida no solo como un símbolo de la monarquía, sino también como una voz empática para el pueblo español.
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