En medio de la tormenta mediática desatada por el emotivo testimonio de Isa Pantoja, las repercusiones en la vida de Kiko Rivera han sido evidentes.
La historia revelada por su hermana, en la que habla sobre las humillaciones sufridas a manos del DJ, ha llevado a Kiko Rivera a optar por el silencio absoluto. Desde que se emitió esta desgarradora entrevista hace tres semanas, no se le ha visto públicamente, y él mismo ha decidido mantenerse al margen.
Mientras tanto, Irene Rosales, en su día a día, enfrenta una situación complicada no solo por el conflicto familiar, sino también por la tragedia que asola Valencia tras la reciente DANA. La novia de Kiko Rivera ha expresado su preocupación por las devastadoras consecuencias de la tormenta, lo que refleja su deseo de enfocarse en lo verdaderamente importante en estos momentos difíciles.
Irene ha querido dejar claro que tanto ella como Kiko Rivera no entrarán en el juego de descalificaciones que han surgido a raíz de las declaraciones de Isa Pantoja y su pareja, Asraf Beno. “Me duele, por supuesto que me duele, pero no puedo decir nada”, ha afirmado Irene, evidenciando su desgana por participar en disputas familiares que no traerían paz. A su vez, subrayó que su postura es de respeto hacia las opiniones de cada uno, sin buscar un acercamiento con Isa que podría complicar aún más la relación entre hermanos.
“Me duele, por supuesto que me duele, pero no puedo decir nada”.
La cruda verdad
“Nosotros decidimos no hablar más y ya está”, ha sentenciado Irene Rosales, reafirmando su compromiso de permanecer al margen de las controversias familiares y priorizar su bienestar emocional junto a Kiko. Esta decisión refleja un intento de mantener la tranquilidad en un entorno tan convulso como el que están viviendo actualmente.
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