Ana Soria, influencer y actual pareja del reconocido torero Enrique Ponce, refleja en su perfil de Instagram una filosofía de vida centrada en el presente: “Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida”. Esta frase se ha convertido en un mantra para la joven almeriense, quien ha encontrado en su relación con Ponce una nueva oportunidad para redescubrir valores y placeres que enriquecen su día a día.
En su búsqueda de privacidad y tranquilidad, Soria y Enrique Ponce han decidido establecer su hogar en “La Cetrina”, un impresionante cortijo en Jaén. Este enclave, que abarca más de 900 hectáreas, no solo destaca por su belleza natural y su arquitectura andaluza, sino que también guarda un profundo simbolismo para el torero, quien vivió aquí junto a su exesposa, Paloma Cuevas, y sus hijas. “La fortaleza” se convierte así en un refugio para la pareja, donde pueden vivir su amor alejado del bullicio mediático.
“Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida”.
El cortijo también se ha convertido en una fuente de ingresos gracias a un negocio agrícola y ganadero en el que Ana Soria juega un papel crucial. Con la reactivación de la producción de aceite de oliva, la influencer está tomando las riendas de este proyecto que había estado en pausa. Junto a Ponce, quien se encarga de la parte administrativa, Soria se ha enfocado en revitalizar la marca de aceite de la finca, mostrando su creatividad incluso en el diseño de la botella.
Enrique Ponce ha compartido que la producción de aceite se lleva a cabo de manera rápida y eficiente, lo que garantiza un producto de alta calidad. La sociedad Cetrina SL, responsable de la gestión del negocio, ha mostrado un notable crecimiento, con un capital social de 3,5 millones de euros en el último año fiscal. Esta nueva aventura empresarial representa una oportunidad para Enrique y Ana, que busca un futuro próspero juntos.
El negocio redondo
Además de su actividad agrícola, “La Cetrina” se alquila para eventos especiales, como bodas, aportando un toque de exclusividad a las celebraciones en su entorno rural. Con características como una piscina en forma de capote taurino y vistas impresionantes de los olivares, el cortijo se ha convertido en un lugar idóneo para quienes buscan un escenario único. Así, Ana Soria y Enrique Ponce continúan escribiendo su historia, fusionando amor, tradición y negocios en un entorno sereno que les brinda felicidad.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro Canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!