En el mundo de la numismática, algunas monedas pueden alcanzar precios sorprendentes, y las pesetas españolas no son la excepción. 4 monedas en particular se han destacado por su alto valor en el mercado de coleccionistas, convirtiéndose en verdaderas joyas para los aficionados.
La primera de estas monedas, es la peseta de 1936, conocida por su escasez y su diseño singular. Esta moneda puede alcanzar un precio de hasta 15.000 euros en subastas. Su valor se debe a la limitación de su circulación y a su estado de conservación.
La primera de estas monedas, es la peseta de 1936.
Otra moneda de gran valor es la peseta de 1957, que presenta el retrato de Francisco Franco. Dependiendo de su estado y rareza, su precio puede oscilar entre 5.000 y 10.000 euros. Esta moneda es particularmente buscada por coleccionistas que desean completar sus series de franquismo.
La tercera moneda es la peseta de 1949, conocida por su impresión defectuosa. Esta rareza ha llevado a que su precio se eleve a alrededor de 6.000 euros en subastas. Los coleccionistas de monedas valoran su singularidad y la historia que representa.
La última pieza
Finalmente, la peseta de 1975, emitida poco antes de la transición democrática, puede alcanzar precios de hasta 3.000 euros. Su valor radica en su simbolismo histórico y su escasez. Según el portal de numismática "Numismática Española", estas monedas se han convertido en una inversión atractiva para aquellos que buscan diversificar su patrimonio.
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