Cuando se trata de elegir alimentos saludables, tanto la avena como las semillas de chía son opciones populares que ofrecen una gran cantidad de beneficios para la salud.
Sin embargo, al examinar más de cerca sus perfiles nutricionales, es posible identificar diferencias significativas entre ambas. La avena, conocida por ser una excelente fuente de fibra soluble, es apreciada por sus efectos positivos en la digestión y el control del colesterol.
En comparación con las semillas de chía, su contenido de fibra palidece en significancia. Mientras que la avena ofrece alrededor de 10 gramos de fibra por cada 100 gramos, las semillas de chía superan con creces esta cifra, proporcionando entre 34 y 40 gramos de fibra en la misma cantidad.
En cuanto a los ácidos grasos Omega-3, la avena apenas contribuye en comparación con las semillas de chía. Esta diferencia es notable, especialmente para aquellos que buscan aumentar su ingesta de Omega-3 para mejorar la salud cardiovascular y cerebral.
Omega-3 es lo más beneficioso de todos.
Además, las semillas de chía contienen una amplia gama de nutrientes adicionales, incluyendo vitaminas, minerales y antioxidantes, que pueden ofrecer beneficios adicionales para la salud.
Ventaja de la chía
Sin embargo, las semillas de chía tienen la ventaja adicional de formar un gel cuando se mezclan con líquidos, lo que las hace ideales para espesar alimentos y crear texturas en recetas.
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