La rareza y los defectos pueden convertir una moneda ordinaria en un tesoro invaluable en el mundo de la numismática. Tal es el caso de la moneda de 1 euro emitida en Mónaco en el año 2007, la cual presenta la icónica silueta del príncipe Alberto II.
Sin embargo, lo que distingue y eleva a esta moneda a un estatus de singularidad es un peculiar error de acuñación que la dejó completamente lisa en los bordes. Este defecto inesperado la convierte en una pieza única en su tipo, y por ende, altamente codiciada por los coleccionistas de todo el mundo.
Con apenas alrededor de 2.000 unidades en circulación, la moneda fue retirada del mercado rápidamente una vez que se descubrió el error, lo que la hace aún más difícil de encontrar en la actualidad y por eso ha elevado su valor en el mundo de la numismática.
Los coleccionistas pueden llegar a pagar hasta 400 euros por este ejemplar.
A pesar de su escasez, algunas de estas monedas aún pueden encontrarse en circulación, lo que aumenta la emoción y la posibilidad de hallar un verdadero tesoro en el bolsillo. Para aquellos afortunados que poseen una en buen estado, los sitios de coleccionismo como Foronum o Catawiki están dispuestos a pagar hasta 400 euros por este ejemplar.
Otros ejemplos
Pero la moneda de 1 euro de Mónaco de 2007 no es la única pieza valiosa en el mundo del coleccionismo numismático. Otras monedas de 1 euro también han alcanzado precios sorprendentes en el mercado de colecciones. Por ejemplo, la moneda de Mónaco de 2009 con la efigie del príncipe Alberto II puede valer hasta 130 euros, seguida de cerca por la moneda del Vaticano de 2002 con la imagen de Juan Pablo II, la cual puede alcanzar los 120 euros.
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