Esta semana un hecho policial que involucra a personajes de la escena social ha captado la atención de todos en España, y se trata nada más ni nada menos del ingreso en prisión de Antonio Tejado, conocido por ser el sobrino de la reconocida cantante nacional María del Monte.
Las autoridades policiales llevaban tiempo tras la pista de Antonio Tejado. El sobrino de María del Monte ahora enfrenta acusaciones de ser el cerebro detrás de una banda delictiva, liderada por su amigo Arsen Garibian, reconocido boxeador profesional.
El incidente que desencadenó su arresto ocurrió en la madrugada del 25 de agosto, cuando la residencia de la intérprete fue asaltada. Se reveló que Antonio Tejado creó una coartada ingeniosa al regalar una mascota a su tía.
Un dato recientemente destapado por la prensa ha llamado mucho la atención. La revista Semana publicó que las indagaciones policiales, han destacado una serie de preguntas inusuales que el ahora detenido realizó antes del robo, entre ellas, cuestiones sobre la rutina de descanso la víctima y el funcionamiento del sistema de seguridad de la vivienda.
Resultó curioso el interés persistente de Antonio Tejado por conocer los movimientos de su tía, incluso realizando llamadas recurrentes tanto a ella como a su esposa. Estas acciones levantaron sospechas, especialmente al insistir en obtener información sobre el regreso de María del Monte de un viaje profesional.
El comportamiento de Antonio Tejado en los días previos al robo también fue cuestionado, especialmente al comentar la vulnerabilidad de la residencia debido a la falta de funcionamiento de las cámaras de seguridad, sugiriendo incluso el posible punto de acceso de los ladrones.
La estrategia de la mascota
La adquisición de la mascota por parte Tejado se reveló como una estrategia para mantener comunicación con la periodista Inmaculada Casal. Esta acción, según la investigación, formaba parte de una coartada para justificar su conocimiento de los movimientos de su tía.
El acusado se presentó en la residencia de su tía poco después del asalto.
Además, el acusado se presentó en la residencia de su tía poco después del asalto, aparentemente para consolarla y entregarle el animal, aunque testigos afirman que lucía fatigado. Su actitud durante ese encuentro, incluso riéndose de la situación de Inmaculada Casal, resultó sorprendente para muchos.
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