Hay dos monedas excepcionales que han protagonizado subastas récord, en el mercado de la numismática, consolidándose como auténticos tesoros del pasado español. Se trata de las monedas de 100 pesetas acuñadas durante la Primera República española en 1873 y son consideradas no solo como una rareza, sino también como uno de los tipos más codiciados por los coleccionistas.
Con una peculiaridad que las distingue, estas monedas muestran en una de sus caras la figura emblemática de Hispania, sosteniendo una rama de olivo en su mano izquierda. Hace tan solo un año, una de estas joyas numismáticas fue subastada por la impresionante suma de 460.000 euros.
El furor de su valor en el mundo del coleccionismo tiene que ver con el gran apego histórico que está ligado a esta pieza. La divisa deja en claro su valor histórico y su interés para los quienes coleccionan y son de lo más exigentes.
Por otro lado, otra de las monedas cotizadas, es el legendario centén segoviano, acuñado en España en los años 1609 y 1633. Esta moneda ha demostrado una vez más su estatus como una pieza única en el mundo numismático. Este histórico ejemplar, cuya rareza lo convierte en objeto de deseo para los coleccionistas de todo el mundo, alcanzó un precio extraordinario de 800.000 euros en una subasta realizada en 2009.
Nunca más
Desde entonces, estas monedas tan valoradas no se han vuelto a subastar. Sin embargo, los expertos estiman que su valor actual superaría fácilmente esa cifra, confirmando su posición como una de las joyas más preciadas del patrimonio numismático español.
Si te gustó nuestro contenido, puedes seguirnos en Google News y en nuestro canal de WhatsApp, eso nos ayuda a seguir generando contenido gratuito a nuestros lectores. ¡Muchas gracias!