Dentro del vasto panorama de la historia numismática española, una joya sorprendente emerge para capturar la imaginación de coleccionistas y entusiastas por igual: la moneda conmemorativa del Mundial de 1980.
Emitida como un símbolo de la España post-franquista y como un medio para recobrar su prestigio internacional, esta moneda se distingue no solo por su relevancia histórica, sino también por su rareza y características únicas.
Entre todas las variantes, la versión de cinco pesetas destaca especialmente debido a un curioso error numismático que la ha elevado a la categoría de leyenda entre los aficionados. Aunque muestra el valor correcto, el retrato de Juan Carlos I porta la fecha de 1975, dando origen al intrigante fenómeno conocido como el “error del Mundial”.
Este singular detalle ha transformado lo que antes era una modesta moneda de circulación en un objeto de deseo codiciado, con cotizaciones que superan los 600 euros en el mercado numismático. Esto se debe al fervor que los coleccionistas han demostrado por este ejemplar.
Pagan hasta 600 euros por esta moneda.
Estado de conservación
Sin embargo, el verdadero valor comercial de esta moneda con error radica en su estado de conservación. Después de décadas en circulación, muchas de estas piezas pueden presentar desgaste o suciedad, lo que afecta su atractivo y su precio en el mercado. Por tanto, encontrar una en condiciones óptimas se convierte en una verdadera hazaña para los coleccionistas más exigentes.
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