La infanta Cristina ha dado un giro a su vida tras su controvertido divorcio de Iñaki Urdangarin, encontrando la serenidad lejos del foco mediático en Ginebra, Suiza. Aunque las especulaciones sobre un posible regreso a España son frecuentes, ella disfruta de su rutina y aficiones en su residencia actual.
Desde madrugar para hacer deporte hasta ocuparse de las labores del hogar, la infanta Cristina se mantiene ocupada y también reserva tiempo para actividades como asistir a misa, leer, escuchar música y socializar con amigos.
Viaja con frecuencia para reunirse con su extensa familia dispersa por Europa.
A pesar de su vida tranquila en Suiza, la hermana del rey Felipe VI viaja con frecuencia para reunirse con su extensa familia dispersa por Europa, mostrando un especial interés en pasar tiempo con sus hijos. Recientemente, fue vista en eventos como los Carnavales del Mundo en Las Palmas de Gran Canaria y la boda de Marta Urquijo Barreiros en Madrid.
Su presencia en la misa en homenaje al rey Constantino de Grecia en el Castillo de Windsor destacó, junto con la unión familiar evidenciada por la presencia de varios miembros de la realeza española.
Sin ataduras sentimentales
Después de un periodo difícil debido al divorcio, la infanta Cristina ha encontrado la paz según fuentes cercanas. Aunque padece por las adversidades pasadas, está lista para disfrutar de la vida sin ataduras sentimentales, optando por la libertad y siguiendo el ejemplo de su hermana en este aspecto.
"No quiere atarse a nadie ni a nada", declararon amigos de la infanta Cristina a la revista, !HOLA! Y aseguran que la integrante de la Casa real ha tomado la decisión de enfocarse en su bienestar emocional y personal tras años de desafíos y exposición pública.
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