Aunque no lo creas, algunos billetes han logrado destacar no solo por su valor histórico, sino también por su rareza y calidad excepcional. Tres ejemplares en particular han capturado la atención de coleccionistas y expertos, convirtiéndose en verdaderas joyas numismática.
Entre estos billetes valiosos, el billete de 100 pesetas, datado del 15 de julio de 1907, ha sido catalogado como una pieza "rara" de alta calidad. En una reciente subasta numismática, este billete alcanzó una adjudicación final de 750 euros, superando con creces su puja inicial de 350 euros.
Su excepcional estado de conservación y su escasez en el mercado lo convierten en un objeto de deseo para coleccionistas y aficionados por igual. Por otro lado, el billete de 500 pesetas, emitido en la misma fecha que su predecesor, ha sido calificado como "rarísimo" y ha recibido el reconocimiento de PMG, líder en certificaciones de billetes.
Cualquiera de estos billetes puede significarte una gran fortuna.
Con una puja inicial de 750 euros, un solo ejemplar de estos billetes alcanzó una adjudicación final impresionante de 1.100 euros, destacándose como uno de los mejores billetes en términos de rareza y calidad, lo que generó un valor añadido para los amantes del coleccionismo.
Un ejemplar más valioso
Finalmente, los billetes de 50 pesetas también destacan como una verdadera joya entre los coleccionistas, es descrito como "rarísimo" y presenta la marca ESPECIMEN. Emitido el 30 de noviembre de 1902 sin la firma del cajero, este ejemplar ha despertado un gran interés en el mercado. Con una puja inicial de 2.250 euros, su valor y rareza lo posicionan como una pieza altamente codiciada por coleccionistas de todo el mundo.
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