Marcelino García Toral está tratando de reconstruir al Villarreal con el objetivo de meter al equipo en competencias internacionales de cara a la próxima temporada. Hoy puede decir que a pesar de los resultados irregulares está en un ambiente de trabajo ameno.
Hace algunos meses el escenario de Marcelino García Toral era una verdadera locura. Se había hecho cargo del Olympique de Marsella, un equipo histórico de Francia, pero de buenas a primeras todo se salió de control y lo que parecía un club ideal terminó volviéndose un calvario.
“Hubo amenazas a los dirigentes del Marsella en el propio despacho del presidente. Me lo comunican por la noche, dejamos pasar el día y al día siguiente hablamos entre todos”, comenzó contando Marcelino García Toral sobre el hecho que desencadenó en su salida.
Luego agregó: “En aquella conversación unos deciden irse sí o sí, entre los que yo no me incluía. Otros deciden ponerse de un lado para irse y el único que quedaba era yo. Si vosotros decidís iros por un lado y otros apartaros para iros, vosotros que apostasteis por mí... entonces, ¿qué hago yo aquí?”, comentó el entrenador en Movistar Plus.
La salida del club
Ante un escenario tan caótico en el Marsella, Marcelino García toral decidió dejar el cargo. “surgieron conversaciones hasta que llegamos a la conclusión de que lo mejor era cerrar nuestro capítulo allí. Se me tildaba de que yo era el entrenador por mi amistad con Pablo Longoria, así que si se iba o se le apartaba, a él y todas las personas que habían apostado por mí, no tenía sentido que yo estuviera allí”, cerró.
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