En el vasto mundo del coleccionismo de monedas, cada moneda cuenta una historia única que trae consigo no solo su valor material, sino también una rica carga histórica. Dos ejemplares notables que capturan la esencia de épocas pasadas son la Moneda de 8 escudos de Fernando VII del año 1821 y la Moneda de 1 peseta del año 1946.
Entre estas monedas destacadas, la moneda de 8 escudos de Fernando VII, acuñada entre los años 1813 y 1820 en la Casa de Moneda de Guadalajara, es un tesoro de incalculable valor en el ámbito de la numismática. En su anverso, ostenta con orgullo el perfil del Rey Fernando VII, mientras que en su reverso exhibe el escudo real.
Su rareza es evidente, pues tan solo se acuñaron alrededor de 300 ejemplares. Además, su emisión coincide con un período crucial de la historia, marcado por la independencia de México. Estos factores combinados confieren a esta pieza un valor estimado en unos 4.200 euros, convirtiéndola en una joya codiciada por coleccionistas y aficionados a la historia por igual.
Ofrecen hasta 6.000 euros por algunas de estas monedas.
Por otro lado, las monedas de 1 peseta del año 1946 también emergen como tesoros numismáticos de gran relevancia. Acuñada en dicho año, esta edición limitada cuenta con solo 800 ejemplares en circulación. Su diseño presenta en un lado el rostro del dictador Francisco Franco, y en el otro, el escudo de España con el águila imperial y el lema "Una, grande, libre", detalles que no pasan inadvertidos en el mundo del coleccionismo.
Valor
Los símbolos franquistas en estas monedas son una ventana al pasado, reflejando la ideología y el contexto político de la época. Actualmente, el valor de esta moneda oscila entre los 3.000 y los 6.000 euros por ejemplar, una cifra que resalta su importancia tanto en el ámbito numismático como en el histórico.
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