Algunos billetes destacan por su rareza y su valor histórico. Uno de los más codiciados es el billete de 5.000 pesetas emitido en 1979, que presenta en su anverso el retrato del médico y humanista Gregorio Marañón y, en el reverso, el imponente Palacio Real de Madrid. Estos billetes son extremadamente escasos, con solo 75.000 unidades impresas y retiradas de la circulación en 1985.
La casa de subastas Numisbids resalta la dificultad de encontrar estos billetes en buen estado, dado su fácil deterioro por el uso. En una reciente subasta, un lote de tres ejemplares se vendió por la asombrosa cifra de 54.000 euros, lo que equivale a un precio medio de 18.000 euros por cada uno, demostrando la gran demanda y el valor que los coleccionistas otorgan a estas piezas históricas.
Otro billete de gran valor en el mercado de la numismática española es el de 1.000 pesetas emitido en 1940. Este billete, que presenta en su anverso el rostro del poeta Garcilaso de la Vega y en el reverso el majestuoso Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, es apreciado por su elegante diseño y por ser el primero en superar las mil pesetas.
Estos son los ejemplares más valiosos del mercado numismático.
Aunque se imprimió en una cantidad moderada, muchos billetes de estos se perdieron o se deterioraron con el tiempo. Este hecho solo ha generado que los amantes del coleccionismo ávidos de rarezas acrecienten su interés por un ejemplar de estos.
Un tanto menos valiosos
Numisbids informa que, en una subasta reciente, un lote de cuatro ejemplares de estos billetes se vendió por 30.000 euros, con un precio medio de 7.500 euros por cada uno. Esto confirma el interés continuo de los coleccionistas por estos tesoros históricos, que representan una parte importante de la memoria y la cultura de España.
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