Durante 133 años, las monedas de pesetas fueron el símbolo de la economía española, pero incluso después de su retirada como moneda oficial, continúan sorprendiendo al mundo con su valor.
En un giro fascinante del destino, algunas de estas monedas, olvidadas por el tiempo, han emergido como auténticas joyas numismáticas, atrayendo la atención de coleccionistas de todo el mundo. El Banco de España estima que aún quedan en circulación casi 793 millones en billetes y 782 millones en monedas de pesetas que no fueron cambiadas por euros en el plazo establecido en 2021.
Sin embargo, lejos de ser simples reliquias del pasado, algunas de estas divisas han adquirido un valor impresionante con el paso de los años. Entre las más destacadas se encuentran las pesetas acuñadas en 1944 durante la dictadura de Franco. Estas monedas, fabricadas con base de aluminio y cobre, carecen de la estrella y la efigie del caudillo, lo que las convierte en piezas extraordinariamente raras y especiales para los coleccionistas.
En las plataformas de subastas, algunas de estas monedas alcanzan precios astronómicos, llegando a venderse por hasta 1.100 euros, testimonio del interés y la demanda por estas reliquias históricas. En el mundo del coleccionismo, son de las más valoradas y eso tiene su fundamento en la rareza de estos ejemplares.
Estas son las monedas de pesetas más valoradas del mercado numismático.
Otro ejemplo
Pero todavía hay más. Sucede que las monedas de pesetas acuñadas en 1947, que presentan una variante con la imagen de Franco y un busto diferente al de 1946 en su reverso. Conocida popularmente como la "rubia", esta peseta se ha convertido en una auténtica joya numismática, codiciada por coleccionistas de todo el mundo. En subastas online, su valor puede llegar a alcanzar los 1.750 euros.
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