Las monedas de pesetas españolas ocupan un lugar destacado, con piezas que han alcanzado valores sorprendentes en subastas y casas de venta. Desde la rarísima moneda de 100 pesetas de 1871 hasta las emblemáticas pesetas con el rostro de Francisco Franco, cada una cuenta una historia fascinante que atrae tanto a coleccionistas como a aficionados por igual.
Las monedas de 100 pesetas de 1871 son una verdadera joya entre los coleccionistas, con un valor que ha superado los 160.000 euros en subasta. Esta pieza, de la que solo se fabricaron 12 ejemplares en honor a Amadeo I de Saboya, es el santo grial de la numismática, apreciada por su rareza y su exclusividad como obsequio para las personalidades más distinguidas de la época.
En una era diferente, las pesetas con el retrato de Francisco Franco también han capturado el interés de los coleccionistas. Emitidas durante más de 36 años, algunas de estas pesetas, como la peseta Benlliure de 1948 y el duro de 1949, pueden alcanzar precios asombrosos en el mercado del coleccionismo.
Entre las monedas más preciadas se encuentran las monedas de 5 pesetas de 1949, especialmente aquellas con las estrellas 51 y 52. Estas piezas, con valores que oscilan entre los 6.000 y los 36.000 euros, son verdaderas gemas entre los coleccionistas, apreciadas tanto por su belleza como por su rareza.
Estas son las monedas españolas más caras de la numismática española.
Valor más allá de lo monetario
Las pesetas españolas, desde las raras monedas de 100 pesetas hasta las emblemáticas piezas con el retrato de Francisco Franco, continúan cautivando la imaginación de los coleccionistas de todo el mundo. Su valor no solo reside en su composición metálica, sino también en las historias y los momentos que representan, haciendo de cada una una ventana al pasado.
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