Las monedas españolas han atraído a miles de fanáticos de todo el mundo y están dispuestos a pagar miles de euros por tenerlas en su colección. Para que esto suceda, hay que tener en cuenta su estado de conservación, acuñación limitada, contexto histórico, entre otros factores.
La numismática es una de las ramas del coleccionismo que más auge está teniendo en los últimos tiempos, y así lo demuestran estas monedas en el mercado coleccionista. Te traemos algunos ejemplos.
En primera ocasión, tenemos las monedas de cinco pesetas de 1869. Son especiales porque fueron unas de las primeras que se acuñaron, su valor puede alcanzar la increíble cifra de 40.000 euros en el mercado coleccionista.
Son las monedas de cinco pesetas de 1869.
También tenemos las monedas de cinco pesetas de 1952, las que más precio alcanzan debido a que hay muy pocos ejemplares. El detalle más importante que marca su valor son los números, la que tiene el 52 es la más cara, puede alcanzar un precio de 36.000 euros.
Moneda de ocho escudos de Fernando VII
Estos ejemplares fueron acuñados entre 1813 y 1820 en la Casa de la Moneda de Guadalajara. Entre sus detalles, se encuentra la imagen de Fernando VII y el escudo real. Su precio alcanza los 1.100 euros.
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