Un hogar limpio es la clave para un ambiente fresco y agradable. Y para mantenerlo así, es esencial prestar atención al estado del suelo, una de las zonas más transitadas de cualquier casa.
Cada tipo de suelo requiere cuidados específicos para mantenerlo en óptimas condiciones. Por ejemplo, las baldosas de cerámica son resistentes y fáciles de limpiar, pero pueden romperse si se les aplica demasiada fuerza, por eso es de suma importancia ser delicados y aquí os daremos los trucos adecuados para cada tipo.
El cemento pulido, cada vez más popular en interiores, ofrece durabilidad y seguridad, mientras que el suelo porcelánico puede imitar otros materiales con gran versatilidad, por eso, para mantenerlo limpio, es importante seguir una rutina de limpieza adecuada. Comienza limpiando el polvo y ventilando el espacio antes de barrer o aspirar.
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Luego, utiliza una fregona limpia y bien escurrida para lavar. Es fundamental utilizar productos de limpieza específicos para cada tipo de suelo y seguir las instrucciones del fabricante.
La superficie quedará como nuevo.
Agregar limón o vinagre al agua caliente no solo ayuda a desinfectar, sino que también deja un aroma fresco y agradable en el hogar, esto será un consejo para finalizar con todo y nadie podrá quejarse del aroma de tu hogar.
Más detalles
Ten en cuenta que por otro lado, los suelos de madera brindan calidez y confort, pero necesitan un mantenimiento más delicado debido a su sensibilidad a la humedad.
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