El mercado numismático ha cobrado nueva propulsión gracias a las plataformas digitales de subastas, siendo las monedas españolas de alto valor simbólico e histórico algunas de las más buscadas entre los coleccionistas. Las onzas de Luis I, sin duda, resaltan como auténtica joyas ibéricas.
Estas monedas fueron acuñadas en oro en 1724, con valor de ocho escudos: presentan un diámetro de 36 mm y un peso de 26.99 gramos. Segovia fue el lugar de producción de estos ejemplares que, en la actualidad, pueden ser adjudicados únicamente por valores impresionantes no aptos para casi ningún bolsillo.
Las monedas de ocho escudos, tal como ha trascendido, pueden llegar a costar hasta 250.000 euros en la escena de compra y venta de piezas metálicas. Su alto precio se debe a que se conoce acerca de la existencia de muy pocos ejemplares. De hecho, suelen ser señaladas por su gran rareza.
Lo particular de estas monedas radica en que fueron acuñadas durante el efímero reinado de Luis I, quien asumió el trono en 1724 tras la abdicación de Felipe V. Luis I fue rey de España por tan solo 229 días, desde el 15 de enero de 1724 hasta el 31 de agosto del mismo año, tiempo en el que las onzas de ocho escudos fueron creadas.
Luis I perdió la vida a causa de una severa viruela, pero dejó un legado numismático innegable que aún hoy despierta pasiones entre los aficionados a la materia, dispuestos a pagar cifras astronómicas con tal de hacerse con alguna de las monedas acuñadas durante su reinado.
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