Tres monedas de pesetas se han convertido en las más caras del mundo, alcanzando precios récord en subastas internacionales. La moneda de 10 pesetas de 1933, diseñada por el artista español Miguel Ángel Lorenzana, se ha vendido por la asombrosa cifra de 337.000 euros.
Otra de las monedas más cotizadas es la de 25 pesetas de 1931, la cual ha alcanzado un precio de 230.000 euros en una subasta reciente. Por último, la moneda de 25 pesetas de 1995, conocida como la "Prueba de la Peseta", ha sido vendida por la increíble suma de 200.000 euros.
Otra de las monedas más cotizadas es la de 25 pesetas de 1931.
Estas impresionantes cifras muestran el alto valor que pueden alcanzar algunas monedas antiguas, especialmente aquellas que son consideradas como piezas únicas o de edición limitada. Los coleccionistas de la numismática están dispuestos a pagar grandes sumas de dinero por tener en su colección estas piezas históricas.
Según el portal numismático "Numismática Visual", estas tres monedas de pesetas se encuentran entre las más caras del mundo y son altamente valoradas por su rareza y calidad. Su elevado precio en subastas internacionales demuestra el interés que despiertan entre los coleccionistas de todo el mundo.
Un valor muy importante en España
En conclusión, estas monedas de pesetas más caras del mundo continúan atrayendo la atención de los coleccionistas y alcanzando precios desorbitados en el mercado numismático global. Su valor histórico y su rareza las convierten en auténticas joyas para aquellos que buscan piezas únicas en su colección.
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